Diario de Teruel / Silvia Arcega
Biodiversidad en Sierra de Albarracín
Miles de especies de insectos se esconden entre los pinares de Rodeno
Uno de los visitantes intenta capturar una chinche mientras el educador busca su género
Los Pinares de Rodeno tienen muchos atractivos. Los más evidentes son sus abrigos rupestres, sus formaciones geológicas y su flora, pero otros están más escondidos. Una de esas bellezas que hay que fijarse bien para encontrarla son los insectos que pueblan el espacio. Para conocerlos, el Centro de Interpretación de Dornaque organizó ayer una visita guiada en la que estos animales eran los protagonistas.
No hace falta andar mucho para encontrar decenas de especies diferentes, lo importante es tener los ojos bien abiertos y saber dónde pueden estar. Ayer, además, era un día perfecto para encontrarlos. «Después de la tormenta de ayer, con la humedad, se pueden ver muchos, como las hormigas aladas», explicó José Antonio Beneito, el educador ambiental que acompañó a los turistas que se interesaron por el tema.
Julio y Beatriz están conociendo la provincia y se animaron a realizar esta ruta. «No estamos especialmente interesados en los insectos, pero vimos hace un par de semanas el anuncio de la visita en Albarracin y pensamos en venir», explicaron. Sin embargo, solo una hora más tarde observaban interesados las plantas de los alrededores del centro de interpretación buscando mariposas, escarabajos y chinches.
Aunque estas últimas tengan mala fama, las chinches o hemípteros resultaron una de los insectos más espectaculares. En solo unos metros de terreno, se pudieron observar diferentes especies de colores increíbles, además de ninfas (el periodo entre la larva y el adulto) y algunos huevos. Incluso capturaron algunos ejemplares para verlos posteriormente con detalle en el centro gracias a una lupa, y dejarlos en libertad.
Las mariposas tampoco se escondieron. Tanto diurnas como nocturnas, las polillas, se dejaron fotografiar por los visitantes desplegando sus alas amarillas, grises, marrones o blancas. «Se diferencian en que las diurnas, cuando se posan, plegan las alas hacia arriba, mientras que las nocturnas las mantienen abiertas», explicó Beneito. Además, las diurnas tienen las antenas terminadas en maza, a diferencia de las nocturnas, que tienen forma de peine.
Casi al final del paseo saltó la sorpresa. Un saltamontes acinipe, una especie escasa, se intentó camuflar entre los troncos, pero el buen ojo del guía lo descubrió para mostrárselo a los visitantes. «Tiene las alas atrofiadas, así que utiliza el abdomen como un balancín para poder saltar», indicó. El paseo también tuvo su premio gastronómico, con unas moras de zarza en su punto óptimo de maduración.
Poco conocidos
Los insectos son un aspecto de la naturaleza poco estudiado. Así, se desconocen cuántos tipos de insectos diferentes puede haber en los Pinares de Rodeno, aunque pasarían del millar. Los diferentes habitats que se pueden encontrar, como zonas boscosas, praderas, roquedos, barrancos, etc., hace que la biodiversidad de la zona sea muy amplia y resulte difícil dar una cifra. «Hay mucha variedad de flora, en la Sierra de Albarracín hay unas 2.000 especies de plantas, que están muy relacionadas con los insectos». Así, uno de los detalles que hay que tener en cuenta para clasificarlos es observar cuál es su planta nutricia.
Más visitas temáticas
La de ayer fue la primera ocasión en la que se realizó esta visita dedicada a los insectos, aunque Beneito es un gran aficionado al tema, que recoge algunos ejemplares y los fotografía para intentar averiguar de que tipo son. «Llegar a saber la especie es difícil, pero sí se puede ver el orden», explica. El próximo día 30 de agosto se repetirá una ruta temática, aunque el asunto principal será la flora de la zona. Comenzará a las 10.30 en el Centro de Interpretación de Dornaque y, como la de ayer, será gratuita. El objetivo es que personas de todas las edades conozcan la naturaleza y reflexionen sobre su conservación.