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Descubren una pintura de hace 50 años en el yacimiento rupestre del Huerto de las Tajadas
Arqueólogos de diversas disciplinas han presentado un informe en el Parque Cultural de Albarracín acerca de los conjuntos de arte rupestre en Bezas.
Entre pinturas de hace más de 7.000 años, han descubierto cuatro figuras talladas en la piedra de Huerto de las Tajadas, que datan de hace 50 años, lo que ha levantado gran revuelo.
Un informe rutinario de los tres conjuntos rupestres de Bezas ha dado una sorpresa a los arqueólogos y a los vecinos de la zona. En uno de los abrigos, el del Huerto de las Tajadas, entre pinturas rupestres de más de 7.000 años han descubierto hasta cuatro grabados realizados hace menos de 50 años.
Uno de los directores científicos del proyecto, Manuel Bea, ha destacado que en el abrigo del Huerto de las Tajadas han encontrado unas representaciones rupestres “realizadas mediante la técnica del repicado, es decir grabadas sobre la roca, y hemos conseguido determinar fehacientemente que se trata de representaciones recientes, realizadas entre 1952 y 1982, como mínimo”.
Además, estos cuatro grabados tan recientes son los únicos realizados mediante la técnica del repiqueteado, ya que el resto están tan solo pintados sobre la roca. Bea ha afirmado que “existe una gran diferencia entre los grabados más recientes y el resto de pinturas prehistóricas”. Así, ha indicado que la persona que realizó los cuatro grabados “al menos tuvo a bien realizar el piqueteado en una zona donde no existían pinturas anteriores ni influían sobre las que había”, por lo que el resto de pinturas rupestres no han sufrido ningún deterioro a causa de este acto.
Los cuatro grabados representan dos cruces, una figura indeterminada y, en el cuarto, “se observan dos largas orejas, una cabeza con una quijada bastante marcada, un cuerpo alargado relativamente masivo, una cola muy larga y cuatro patas muy esquematizadas”, ha destacado Bea. La conclusión a la que han llegado los expertos ha sido que “probablemente lo que pretendía hacer esta persona era una copia aproximada de la representación de un animal pintado que existe en el mismo abrigo”.
Durante la presentación de los resultados en el Parque Cultural de Albarracín, algunos vecinos comentaron, según Bea, que en su juventud no recordaban haber visto los cuatro grabados. Uno de los vecinos “incluso comentó la posibilidad de precisar algo más las fechas y saber los nombres de algunas de las personas que pudieron haberlo hecho”, ha sugerido Bea.
En cuanto al resto de pinturas, aunque resulta complicado determinar su antigüedad, datarían de hace más de 4.000 años, habiendo encontrado algunas pinturas con hasta 7.000 años de antigüedad. Los tres conjuntos rupestres analizados cuentan con casi 30 representaciones rupestres, en las que destacan representaciones de animales, figuras indeterminadas o ciervos en color blanco, “poco habituales en el arte levantino”, ha matizado Manuel Bea. La nueva técnica empleada por estos científicos ha permitido, a través del tratamiento digital de las imágenes, identificar como un bóvido a una figura que, hasta el momento, se había clasificado mal. Manuel Bea ha destacado que las pinturas “habrían sido realizadas por grupos recolectores de la época del Paleolítico, aunque no se pueden precisar completamente los años en los que lo realizaron”.
El director del Parque Cultural de Albarracín, Luis Martínez, ha explicado que “se trata de un proyecto multidisciplinar, con documentación geométrica (escaneado tridimensional) y gráfica, y con elaboración de calcos digitales y estudios arqueológicos de las pinturas”.
Con la realización del informe, también han podido comprobar el deterioro que comienzan a sufrir algunas de las pinturas. Martínez ha destacado que “los lienzos están sobre areniscas, roca de rodeno, así que la erosión física y química está siendo importante. De hecho uno de los abrigos de la zona de Albarracín apenas se percibe ya, concretamente el del toro negro”.
El informe estará a disposición de todos los interesados en la web del Parque Cultural de Albarracín.
Heraldo de Aragón / Leonor Franco
Un estudio del arte rupestre de Bezas revela que sus grabados son de época muy reciente
Los abrigos, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, contienen otras 17 figuras auténticas de gran interés.
Cuatro grabados que decoran los tres abrigos de arte rupestre de Bezas, incluidos dentro del conjunto del Arco Mediterráneo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, fueron realizadas en época muy reciente, según un exhaustivo estudio que han llevado a cabo diferentes especialistas de la Universidad de Zaragoza para el Parque Cultural de Albarracín.
El informe, que ha utilizado las técnicas más modernas para su análisis, catalogación y difusión, echa por tierra la creencia hasta ahora extendida de la procedencia prehistórica de todos los dibujos y grabados de los enclaves de la localidad.
El arqueólogo Manuel Bea, encargado de revisar y elaborar los calcos de las pinturas, señaló que los grabados hechos con una técnica de repiqueteado que aparecen en el abrigo del Huerto de las Tajadas «por fuerza tuvieron que ser hechos entre los años 1952 y 1982».
Según razona, aparte de haber sido aplicada una técnica rara que no existía en el arte levantino, de estas figuras no hay referencias en los primeros estudios que se elaboraron sobre las pinturas de Bezas; ni en el de Teógenes Ortego –el descubridor de los abrigos– de 1951 ni en el posterior de Martín Almagro, de 1952. «Y este hecho no deja de ser curioso –explicaba el experto– porque son las que mejor se ven. No pudieron pasar desapercibidas».
Las imágenes, que representan de forma tosca un cuadrúpedo de tipo equino, varias cruces y un signo alargado, únicamente son citadas en el informe que llevó a cabo en 1982 Fernando Piñón y de las cuales sacó calcos. «Todo esto es interesante porque nos sirve de reflexión –indicó Bea–, y nos lleva a pensar que en el mundo del arte prehistórico todo es mucho más complejo de lo que pensamos».
No hay figuras humanas
El pormenorizado análisis de las cuevas ha permitido, asimismo, datar en el siglo pasado unos dibujos del abrigo de la Paridera que hasta ahora se creían como las únicas representaciones humanas de carácter esquemático del conjunto de Bezas.
Durante la ejecución de los calcos digitales se ha podido comprobar que en realidad son dos trazos verticales de color rojo «casi con toda seguridad hechos con el dedo», explicaba Bea. «Obviamente, no podemos determinar el momento en que se realizaron, pero se sabe que en los estudios anteriores a 1982 no se describían. Únicamente fueron interpretados por Piñón», aclaró el experto.
La metodología utilizada para el estudio de los motivos rupestres mediante calcos digitales ha contribuido a obtener un visionado de gran calidad y, por lo tanto, ha facilitado una investigación detallada de los mismos. La ventaja de este sistema es que con el uso de diversos programas informáticos no es necesario intervenir en los dibujos.
La realización de calcos hace unos años entrañaba tratamientos muy agresivos para las representaciones prehistóricas, ya que tras ser mojadas, se cubrían de plásticos y posteriormente se copiaban con rotulador.
Entre las diecisiete representaciones que albergan los tres abrigos de Bezas declarados Patrimonio de la Humanidad destaca por su singularidad un dibujo formado por una alineación de pequeños puntos que, según Manuel Bea, es único en toda la Sierra de Albarracín y en Aragón. «Creemos que si hubiera estado en el interior de una cueva y no en un abrigo podríamos estar ante una muestra de arte paleolítico, más antiguo que el resto», añadió el arqueólogo.
El estudio integral de estos tres abrigos –solo una pequeña parte de los 26 declarados que acoge el Parque Cultural de Albarracín–, ha sido una realidad gracias a la ayuda económica de la Dirección General de Bellas Artes y del Ayuntamiento de Bezas. Ha incluido el análisis y los calcos de los motivos, pero también el escaneado de los enclaves que ha permitido realizar un modelo tridimensional de los mismos, tan exacto que es posible ver las figuras de forma milimétrica.
Manuel Bea explicó que este método tiene «numerosas ventajas para la investigación y la administración del bien y su gestión y difusión a través de plataformas web y soportes digitales». Para completar el informe, se ha llevado a cabo un estudio sobre las principales afecciones de los abrigos, que ha determinado que en los últimos treinta años las pinturas han sufrido una evidente degradación y la presencia de humedades en el soporte. Estos trabajos han sido dirigidos por Jorge Angás, Luis Alberto Longares y José Luis Peña, profesores de la Universidad de Zaragoza.