El Mundo/ Javier Ortega
Los turolenses defienden que desde tiempo inmemorial aprovechan sus recursos y los castellanomanchegos sostienen que está en su término municipal
La localidad turolense de Albarracín y la ciudad castellanomanchega de Cuenca se disputan la titularidad de un monte de 2.000 hectáreas. Se trata de un conflicto de límites municipales y, por ende, provinciales entre las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha. La parte aragonesa argumenta que desde tiempo inmemorial aprovecha los recursos de la zona en litigio mientras que la castellanomanchega sostiene que se encuentra en su término municipal y que debe ser el río Tajo el que marque la frontera.
Recientemente, técnicos de ambos ayuntamientos y de ambas comunidades se reunieron en la zona del conflicto y, tutelados por el Instituto Geográfico Nacional, buscaron posibles acuerdos sobre los límites. Sólo llegaron a un acuerdo de mínimos sobre dónde parte el límite provincial en la zona de Valtablao, pero continúan sin consensuar por dónde va la línea divisoria con respecto al monte número 12, llamado El Entredicho.
El aprovechamiento de dicho paraje siempre lo ha realizado la Ciudad y la Comunidad de Albarracín, figura que es la propietaria de numerosas hectáreas de la Sierra de Albarracín y que está formada por Albarracín, por un lado, y por los 23 municipios que componen la serranía, por otro. Los aprovechamientos de la zona en litigo son micológicos, madereros, apícolas, de pastos, cultivos, caza y, hasta hace algunos años, también resineros.
Cuenca, propietaria de los terrenos limítrofes junto con otras localidades conquenses, plantea que sea el río Tajo el que trace la línea del mapa mientras que desde Albarracín defienden que la delimitación administrativa tiene que coincidir «con los límites del monte de utilidad pública» del que son titulares, según explica al Diario de Teruel el alcalde de Albarracín, Miguel Villalta Martín.
El alcalde ve poco probable llegar a un acuerdo porque «son posturas irreconciliables que se arrastran desde el pasado. Cualquier cesión que hicieran la Ciudad y Comunidad de Albarracín sería mal vista». En su opinión, el hecho de que lleven siglos explotando los recursos muestra que desde Cuenca «asumen que la titularidad es nuestra».
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, señaló a Voces de Cuenca que llegar a un acuerdo «es muy difícil. Ellos se mantienen firmes en el perímetro del monte y nosotros en el cauce del río Tajo. Alguien, a instancias superiores, deberá tomar la decisión de cara al futuro. Debe acudir incluso al Consejo de Ministros porque incide en el límite de dos comunidades».
Si no se llega a un acuerdo tendrá que ser la Administración General del Estado, al tratarse de un límite entre comunidades autónomas, la que intente forzar un consenso. En este sentido, Ciudadanos reclama al Gobierno de Aragón que se posicione sobre la disputa entre Cuenca y Albarracín.