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Año tras año acudimos a Bezas y sobre todo en el mes de agosto coincidiendo con nuestras fiestas recojo mis impresiones y las comento en “El Catalejo”.
El primer día que llegue, fui a Fuente Buena a hacerme un trago de agua, y vi que se había sustituido uno de sus puentes , bajando hacia el pueblo pude ver como llevan a cabo el ensanche y limpieza de la carretera A-1513, quise comprobar cómo se encontraba de agua la balsa del Barranquillo y estaba Joaquín extrayendo agua para dar a su rebaño.
Las calles estaban repletas de coches, pero se encontraba este ejemplar, propiedad de Carlos y Chus, un Renault 8 de hace más de 32 años “viejo” pero con lo último en faros, para las salidas nocturnas.
En la plaza ya se había colocado el tablao , a falta de toldo y paseando a orillas del arroyo, pude comprobar el daño que hizo el aire unos días anteriores, levantar tejas, hasta arrancar ramas como esta.
El jueves al atardecer paseando por el pueblo, tenía un aspecto extraordinario, ya casi caída la noche nos juntamos , para hacer una caimada, que salió muy bien, parecía un rito en una noche de luna llena.
Por la mañana estaba Pascual regando las plantas, en un corto periodo de tiempo, vi como muchas casas estaban acabadas de sus reformas y estas por ejemplo, antes y después, se puede ver algún rincón llamativo, lo que orgullece al pueblo, pero se aprecia que la iglesia tanto en el exterior como en su interior en, goteras, altar, alumbrado interior 125V, campanario, reloj, palomas anidando etc, hay una dejadez que no corresponde con lo anterior, no estaría de más que el Obispado destinase alguna partida para dicho fin, cabe recordar que la iglesia esta echa sobre los años 1618-1647, y más sabiendo que algo de el impuesto de la Renta se destina a esos fines. Sin ir más lejos, el lunes Pedro ya tenía los albañiles realizando arreglos de fachada.
En fiestas también los jóvenes practican la morra para no perder esta costumbre, y fueron pasadas por agua esto ocurrió el sábado hora del bocadillo y el domingo terminando la comida de hermandad cayo una buena cantidad y una poca a la hora de entrega de trofeos, acabando la entrega nos acompañaba este maravilloso arco iris , acabando la despedida con la mascletada multicolor.
El martes Marina Ramos Hernández, quiso invitarnos por su cumpleaños a más de 35 personas, así que hizo falta hacer 4 paellas, he aquí los 4 cocineros y ¿como no? Marina con sus padres sirviendo el plato de honor.
