Gobierno de Aragón / Gabinete de comunicación
El Gobierno de Aragón duplica la superficie protegida en los Pinares de Rodeno
El Paisaje Protegido pasa de 3.029 a 6.829 hectáreas
La ampliación se ha realizado a petición de los municipios
NP1862/2007 E.S.S.
El Boletín Oficina de Aragón publica hoy el Decreto por el que se amplía el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, que se encuentra en la Comarcas de Albarracín y Teruel. Este Paisaje Protegido pasa a tener 6.829 hectáreas, frente a los 3.029 que tenía hasta ahora. La ampliación ha sido realizada por el Departamento de Medio Ambiente a petición de los municipios de Albarracín y Bezas, lo que demuestra los beneficios socioeconómicos que aporta al territorio estar integrado en la Red Natural de Aragón.
La ampliación incluye nuevos pinares de rodeno en los términos de Bezas y Albarracín, así como la zona húmeda de la laguna de Bezas. También pasar de protegerse los montes de utilidad pública “Dehesas nuevas de Bezas”, “ Muela Mediana”, “Ortezuelo”, “Patio arriba del Rey Don Jaime” y “El pinar”, pertenecientes al Ayuntamiento de Bezas y a la ciudad y Comunidad de Albarracín. Con esta ampliación, el Paisaje Protegido cuenta ya con 6.829 hectáreas, de las que 4.626,3 son del término municipal de Albarracín, 1.579 al de Bezas y 623,7 al de Gea de Albarracín.
PROTEGIDO DESDE 1995
El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno se declaró en 1995. Se reconocía así la importancia de los valores naturales que ofrecen los modelados de las areniscas y conglomerados en combinación con la masa de pino rodeno (Pinus pinaster). A la espectacularidad de este paisaje, escasamente representado en Aragón, se une la existencia en este espacio de un conjunto de manifestaciones de arte rupestre levantino.
El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno se ubica en el sector occidental de la provincia de Teruel, en la Sierra de Albarracín. Constituye un magnífico ejemplo de multiplicidad de formas rocosas a pequeña y gran escala, así como una estrecha relación entre geología, flora, fauna, arqueología prehistórica y actividades tradicionales del hombre, conformando un paisaje de gran singularidad.
GEOLOGÍA Y MORFOLOGÍA
El depósito de arenas hace más de 200 millones de años dio lugar a la roca más característica del Paisaje Protegido, las areniscas rojas. Estas areniscas han sido erosionadas a lo largo de la historia por acción de los agentes atmosféricos (viento, lluvia, cambios de temperatura, etc.) y biológicos, dando lugar a una multiplicidad de formas peculiares.
Los cursos de agua encajonados entre las rocas han modelado espectaculares escarpes, hoces y callejones, con multitud de formas curiosas. A menor escala, la acción de los agentes atmosféricos ha esculpido formas caprichosas como los taffonis (huecos en la pared rocosa de forma semiesférica), anillos de Liessegan, alveolos (huecos en la roca de mayor tamaño) ó gnammas (depresiones de la superficie de la roca de forma circular o elipsoidal que pueden llegar a tener un gran desarrollo). En la zona oeste del espacio natural las rocas silíceas dan paso a materiales calizos, el relieve se suaviza y aparecen zonas llanas elevadas, con ligeras caídas al barranco principal.
FLORA Y FAUNA
La especie más característica presente en el Paisaje Protegido y que le da nombre es el pino rodeno. Esta especie arbórea, dominante en la zona de areniscas, colonizó el medio aún siendo difícil su desarrollo en zonas de abundante roquedo. Sus fuertes raíces penetraron en la tierra, contribuyendo, en parte, a la fragmentación de estas masas compactas.
A esta especie arbórea también se la conoce como pino resinero, debido al aprovechamiento que se hizo tiempo atrás de la resina para su comercialización. Al pino rodeno le acompañan especies características como el enebro común y el enebro de la miera, la jara, el brezo o la lavándula. También abundan las especies aromáticas, como el romero y el tomillo.
En barrancos y zonas más húmedas aparecen especies como el álamo, sauces, avellano, espino albar, guillomo o el acebo. Por último, en las zonas de calizas el pino rodeno da paso al pino negral y al pino silvestre, siendo también abundantes de igual manera la sabina albar y la sabina rastrera.
El Paisaje Protegido es hábitat de una gran diversidad de especies de fauna. Entre los mamíferos destaca el jabalí, corzo, ciervo, zorro, garduña, gato montés, ardilla y liebre. Entre las aves, los pinares son refugio del chochín, el carbonero, el piquituerto, el búho chico, el cárabo, el gavilán, el águila calzada y el azor. En los bosques de quercíneas se encuentran aves como el mito, el herrerillo común, el mirlo, el petirrojo, el escribano montesino, el reyezuelo listado, entre otros. Por último, en los roquedos destaca el águila real, el halcón peregrino, el cernícalo y el búho real.
Entre los representantes de la herpetofauna destaca la presencia de la lagartija colilarga, el lagarto ocelado, las culebras bastarda y de escalera, y entre los anfibios los sapos corredor, de espuelas o el sapillo moteado.
MEDIO HUMANO
Los parajes del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno han sido habitados desde tiempos prehistóricos, como demuestran las numerosas manifestaciones de arte rupestre levantino dispersas en abrigos y cavidades, así como los restos de poblados celtíberos y del medievo.
Las principales actividades del territorio son las agrícolas, ganaderas y, ya en desuso, la extracción de la resina. También fueron importantes las extracciones mineras, ya abandonadas. La singularidad y riqueza de las representaciones de arte rupestre le confirieron la declaración como Bien de Interés Cultural (1985) y Parque Cultural de Albarracín (1997).
En los numerosos abrigos y cavidades aparecen reflejados todas las características propias del estilo levantino: figura humana esquematizada, escenas cotidianas de pobladores cazadores-recolectores, utilización del color rojo, etc. En esta zona presenta algunas particularidades como son el empleo exclusivo en algunos abrigos del color blanco, la aparición de grabados autónomos y lo poco abrupto del terreno.