Álvaro Magallón y familia / Zaragoza
La aventura de las pinturas rupestres
Recientemente visitamos, o al menos lo intentamos, algunas de las pinturas rupestres de los Pinares del Rodeno.
Las informaciones que teníamos al respecto nos hicieron acometer la excursión con ánimo que se disipó en el momento que intentamos seguir las señales indicativas. Si bien es cierto que en el principio del recorrido estas eran apropiadas y visibles, también lo es que conforme avanzábamos, desaparecían, eran confusas o incompletas, de tal modo que aquello se convirtió en una auténtica aventura de exploración.
No sé a quién le corresponde, pero no estaría mal que alguien con «capacidad» se diera una vuelta por allí y lo arreglase para evitar la penosa sensación de abandono y desidia que el visitante se lleva inexorablemente.