La resolución afecta a doce municipios de la provincia
REDACCIÓN /Diario de Teruel
La Dirección General de Patrimonio Cultural ha iniciado el proceso por el cual se delimita la zona protegible en torno a las pinturas rupestres que se encuentran en doce municipios turolenses. Esta resolución completa la orden dictada en marzo de 2002 que incluía la relación de las cuevas, abrigos y lugares con manifestaciones de arte rupestre consideradas Bienes de Interés Cultural.
El Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Aragón determinó en marzo de este año la relación de los lugares con pinturas rupestres para proteger el patrimonio cultural de la provincia y garantizar su conservación.
El procedimiento que ahora se inicia delimita no sólo la zona donde se encuentra el arte rupestre sino también el su entorno que quedará bajo la protección que ofrece esta nueva normativa.
Esta medida conlleva la inmediata suspensión de las licencias municipales relativas a obras en las actividades de la zona, salvo que la Dirección General de Patrimonio Cultural considere que los bienes de interés cultural no se ven perjudicados.
Los municipios que quedan afectados por esta resolución se reparten por diversas comarcas de la provincia y el término protegido varía entre unos y otros. Las localidades que se incluyen en el régimen de protección son Oliete, Bezas, Tormón, Mosqueruela, Albalate del Arzobispo, Alcaine, Cabra de Mora, Frías de Albarracín, Fuentespalda, Montalbán, Calaceite y Beceite.
Las pinturas que se encuentra en estos lugares corresponden al llamado arte rupestre levantino. Esta muestra cultural se encuentra en todo el Arco Mediterráneo español y en la provincia de Teruel son muchos los enclaves en los que se puede disfrutar de estas pinturas ancestrales.
Patrimonio
El Gobierno español declaró en 1995 el arte rupestre levantino como Bienes de Interés Cultural y en 1998 la UNESCO les concedió el título de Patrimonio de la Humanidad. Con esta medida, el Gobierno de Aragón pretende establecer una legislación con el fin de asegurar la conservación de estas muestras culturales.
Esta normativa estatal complementa a la protección que la denominación de Patrimonio de la Humanidad ya ofrece a las pinturas, según afirmaron fuentes del Gobierno de Aragón.