La sequía amenaza los humedales de Teruel

Cadena Ser / David López / Teruel

La sequía amenaza los humedales de Teruel

Las aves migratorias sufren la falta de agua. Lagunas y balsas están en una situación límite

La Sierra de Albarracín es una de las zonas más afectadas. Embalses naturales como el de Bezas, en la imagen, se han vaciado hasta casi desaparecer / David López

La sequía amenaza gravemente los humedales de la provincia de Teruel. Algunos de ellos ya están completamente secos y otros podrían agotarse en las próximas semanas si no aumentan las precipitaciones.


Lagunas, balsas y charcas se encuentran ya en una situación límite. Algunos hace meses que ya no tienen ni una sola gota de agua: la fuente de Cella, la laguna del Cañizar o la de Almohaja, que ha llegado a ocupar 20 hectáreas en años lluviosos, están completamente secas. En este último caso, su alcalde, Tomás Simón, recuerda que llevan ya un lustro sin agua. «Como no nieva en el invierno ni llueve nada en todo el año está todo que da pena verlo», dice. «Antes había 50 fuentes y ahora está todo seco; no sé dónde vamos a ir a parar», lamenta.

La Sierra de Albarracín es una de las zonas más afectadas, embalses naturales como los de Noguera, Rubiales o Bezas, se han vaciado hasta casi desaparecer.

Laguna de Rubiales, en la Sierra de Albarracín, presenta este aspecto / David López

El alcalde de Bezas, Alejandro Alonso, destaca la importancia que representan estos nichos de agua para la fauna, aunque a veces es el propio hombre el que más hace por degradar estos espacios, como ha ocurrido en esta última laguna, donde algún desaprensivo introdujo carpas provocando un gran daño medioambiental. Era una laguna donde vivían únicamente ranas y otros pequeños anfibios pero, al introducirse las carpas «prácticamente han desaparecido y las aves han disminuido porque les molestan», asegura.

Las aves migratorias también notan la falta de agua. En Gallocanta, las grullas recién llegadas encuentran un paisaje distinto al que esperan, cosa que las altera tal y como perciben desde el albergue Allucant. Su gerente, Javier Mañas, recuerda que no es la primera vez que pasa. «El año pasado, cuando llegaron las primeras, estaban en la misma situación y lo que puedes ver es que están molestas».

Los expertos señalan que los humedales tienden a secarse periódicamente. El problema es cuando esta situación se alarga tanto y tan repetidamente. José Carlos Rubio, hidrogeólogo, recuerda que «tienen sus periodos de recurrencia» pero «lo que sí que es preocupante es la duración de la sequía»..

La situación se suma a la que atraviesan pantanos como el del Arquillo en Teruel o ríos como el Cabriel, Turia y Alfambra, que ya este fin de semana presentaba tramos completamente secos.

Publicado en 2017
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