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José Ignacio Royo Guillén
Investigador independiente
En libro: Congreso CAPA V (pp.87-98). Editorial: José María Rodanés y José Ignacio Lorenzo Lizalde. Noviembre 2024
RESUMEN. El objetivo de este trabajo es dar a conocer dos nuevos yacimientos con grabados prehistóricos al aire libre, localizados en la localidad de Bezas (Teruel), dentro del parque cultural de Albarracín. Los nuevos conjuntos, descubiertos en 2004, se localizan en el conjunto rupestre de las Tajadas de Bezas. Se describen los abrigos del Arroyo de Bezas II y Cerrada de Florentín y sus paneles decorados con motivos grabados mediante la técnica del picado. Entre las representaciones documentadas, figuran combinaciones circulares a base de cazoletas, canalillos, una representación de un antropomorfo cruciforme, así como una posible figura de hoja de cuchillo o alabarda. La tipología e iconografía de las representaciones grabadas y sus paralelos con otros yacimientos de la zona y áreas cercanas, así como el contexto arqueológico que apor-tan los yacimientos arqueológicos de Tajada Bajera y Peña del Hierro, permiten proponer una cronología para dichas representaciones que pueden situarse entre el Bronce antiguo-medio y la Edad del Hierro.
«… El descubrimiento en enero de 2004 del abrigo del Arroyo de Bezas I, propició la intervención de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, para catalogar dicho enclave e incorporarlo al Inventario de Arte Rupestre de Aragón IARA-. Una vez más, la colaboración de
varios colaboradores de la zona, como Julián Sánchez, Raúl Martínez o Pascual Alonso, permitió incrementar dicho inventario con los abrigos pintados levantinos de Los Callejones I y Cerradas de Gaspar I, los enclaves esquemáticos de Campanario I-II y los conjuntos de grabados rupestres de Los
Callejones II, Peña la Cruz, y Peña de las Cruces I-II, todos ellos declarados como B.I.C. (Royo et al.: 2020, 469-470)…»
«…El entonces alcalde de Bezas, D. Alejandro Alonso, conocedor de otros posibles yacimientos de arte rupestre, solicitó la intervención del Gobierno de Aragón para catalogar y proteger dicho patrimonio rupestre, dentro del territorio del Parque Cultural de Albarracín. El progresivo abandono de los cultivos del entorno de las Tajadas de Bezas, había propiciado la proliferación de vegetación arbustiva que impedía el acceso a varios enclaves conocidos, en los que se suponía la existencia de posibles manifestaciones parietales. Por encargo de la Dirección General de Patrimonio Cultural, los días 6 y 7 de septiembre de 2004, D. Julián Sáez, guarda del conjunto de Albarracín y yo mismo como director del IARA, llevamos a cabo una prospección sistemática de los accesos a las Tajadas de Bezas…»