Diario de Teruel. Martes, 21 de febrero de 2023
Por Serafín Aldecoa
Especie de cueva dentro del Campamento
Cuando concluyó la Guerra Civil –oficialmente el 1º de abril de 1939- en España, muchos de los republicanos que habían sido derrotados por el ejército franquista se refugiaron en las sierras y montes para sobrevivir, para escapar de la represión generalizada que se aplicó en nuestro país en las décadas posteriores y seguir así luchando contra el franquismo victorioso.
A estos guerrilleros, se les conoció con el nombre de “maquis”, palabra procedente del francés “maquisards” que alude a los lugares montañosos y escarpados en los que se escondían los resistentes franceses frente a la ocupación alemana entre 1940 y 1945. El Franquismo se refería a ellos con la expresión de “bandoleros” que presenta un significado más peyorativo en un intento de desprestigiarlos.
Ahora bien, cuando se produjo un intento más serio de derribar al régimen franquista, fue en 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, en el momento en que el Partido Comunista de España decidió enviar desde Francia a miles de combatientes atravesando el Valle de Arán. Pese al casi fracaso de esta operación, muchos de ellos consiguieron entrar en España y conectaron con los núcleos de resistencia existentes anteriormente.
Pasillo estrecho para salir
A partir de esos momentos, estos grupos se constituyeron y se organizaron dentro de la llamada Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón AGLA que operaba por las provincias de Castellón, Valencia, Cuenca y Teruel, principalmente. Para ello crearon una diferente tipología de campamentos: de paso, estables y de emergencia. Una buena parte de integrantes de la AGLA eran militante y estaban controlados por el PCE pero también existió un número significativo de la CNT.
El que nos ocupa hoy, el Campamento del Rodeno, fue estable en el tiempo y se encontraba en las cercanías de la localidad de Tormón en la Sierra de Albarracín. Es fácilmente accesible andando aunque se trata de una zona escondida, protegida por unas impresionantes formaciones rocosas, que crean una multitud de pasillos y pasadizos que facilitaban el escape en caso de asalto.
Este Campamento fue creado a principios del año 1947 como sede del Estado Mayor de la AGLA y como escuela del guerrillero. Esta se encontraba situada en una zona algo apartada del lugar que había más movimiento de personas y constituía un espacio dedicado a la formación del guerrillero.
Uno de los maquis que estuvo allí, Florián García (“Grande”), lo describía así: “El campamento donde estaba situado era enorme, nosotros lo llamábamos la «Plaza de Toros» porque hacía como un anillo de rocas, con pinos altísimos. Había unos huecos naturales y allí un poco camuflados con árboles hicimos una especie de chabola grande. «Pepito dirigía esta escuela…»
Se refería a Francisco Corredor, conocido como “Pepito El Gafas”, que era el profesor principal pues impartía unos cursillos para los guerrilleros con temas teóricos y políticos sobre el marxismo-leninismo, así como otros de táctica guerrillera, sanidad, topografía o cultura general. Se puede decir que algunos guerrilleros tuvieron su primer contacto con el aprendizaje de las letras en el Campamento.
Panel informativo sobre el campamento-escuela
Desde este lugar incluso se llegó a editar alguno de los números de “El Guerrillero”, un periódico que se realizaba de forma rudimentaria mediante una máquina de escribir y una multicopista cuyo fin último era servir de información a una población dispersa por la zona donde actuaba la AGLA así como magnificar las acciones llevadas a cabo con el fin de desmoralizar al enemigo.
Hay que subrayar que no fue el único campamento-escuela implantado en la provincia de Teruel, sino que anteriormente la AGLA ya había instalado otro a unos cinco o seis km de La Cerollera, una localidad del Bajo Aragón, y que fue arrasado por las tropas franquistas anteriormente dirigidas por el general Pizarro. Actualmente existe un centro de interpretación en dicha localidad sobre este campamento e incluso una ruta para poder acceder a él andando o en bicicleta..
La verdad es que el de Rodeno tuvo una duración corta de apenas un año, puesto que a finales de 1947 se descubrió por parte de las autoridades franquistas el lugar de la Sierra de Albarracín donde se encontraba y se preparó un aparatoso despliegue integrado por fuerzas de la Guardia Civil, del Ejército y miembros de la llamada Guardia de Franco, con el fin de ocupar el lugar y detener a los maquis que se encontraban allí presentes. En algunas informaciones oficiosas se hablaba de que el número de efectivos armados que realizaron el ataque fue de 3.000.
El asalto definitivo se produjo el día 20 de diciembre cuando el total de ocupantes del Campamento en esos momentos era de quince por lo que la mayoría de ellos intentaron huir como pudieron ante tal avalancha de militares. El caso es que dado el número de pasillos estrechos existentes entre las rocas, la gran mayoría de los maquis consiguieron huir falleciendo solamente uno en el combate, mientras que otros dos resultaron heridos y presos. El resto se desperdigó por los montes y pinares de la Sierra de Albarracín dirigiéndose a un lugar de encuentro que habían fijado previamente.