2015

Las características rocas del rodeno modeladas a lo largo de 250 millones de años y las pinturas rupestres que dejaron las comunidades de cazadores-recolectores hace 6.000 años en los abrigos de la Sierra de Albarracín configuraron uno de los parajes más bellos e impresionantes de la provincia de Teruel, que hoy se engloba en el Parque Cultural de Albarracín.

Y ahora cuatro artistas del grado de Bellas Artes de Teruel, Hugo Casanova, Silvia Gil, Ruth Diago y Alba Lorente, van a continuar con ese legado poniendo en marcha sendas instalaciones artísticas que se integrarán con el paisaje natural. Aunque los cuatro están ya trabajando en sus estudios, está previsto que sea durante el próximo mes de febrero cuando las obras puedan admirarse sobre el terreno.

Son los cuatro artistas ganadores de la primera edición de Bezart, las Becas del Parque Cultural de Albarracín para la Creación Artística en el Medio Natural. Con la colaboración de la Comarca Sierra de Albarracín, las becas están destinadas a complementar el sendero del Barranco de las Tajadas de Bezas, recientemente reacondicionado, con instalaciones artísticas que se integren con el paisaje y lo enriquezcan.

Como explica José Luis Casino, artista y coordinador del proyecto, el objetivo es promover el atractivo turístico de los alrededores de Bezas a través del arte. «La mayoría de actividades vinculadas al arte en la Comarca suelen centralizarse en Albarracín», explica Casino, «así que pensamos en esta iniciativa para enriquecer la oferta para los visitantes de los senderos de Bezas», en particular del Barranco de las Tajadas, «que es una zona extremadamente bella».

Respeto al medio ambiente

Aunque las becas Bezart proporcionan bastante libertad creadora, una de las líneas rojas es que las intervenciones han de estar complentamente integradas con el paisaje, y han de ser escrupulosamente respetuosas. «En ocasiones el arte en la naturaleza da lugar a intervenciones trasgresoras, pero ese no es nuetro objetivo, sino todo lo contrario», asegura José Luis Casino.

Ese fue el principal elemento que tuvo en cuenta el jurado al valorar las nueve solicitudes que llegaron, además de la utilización de materiales de la zona y también de desecho o reciclado, de la vinculación a su historia y, por supuesto, el valor estético de la obra en sí.

Una escultura en madera quemada como símbolo de rebeldía ante la Ley de Montes, una reinterpretación de los anillos de liesegang que dan un aspecto casi orgánico a las rocas del rodeno, un homenaje a los primeros artistas que poblaron la zona con la recreación escultórica de algunas de sus pinturas rupestres, y una gran espiral que se levantará entre los árboles son las intervenciones en las que ya están trabajando sus autores, y que se pretende que estén definitivamente instaladas sobre el terreno en febrero.

La propia situación de las intervenciones artísticas facilitará su disfrute para los visitantes y senderistas. «Los artistas visitaron la zona y eligieron ellos mismos el lugar para emplazar su proyecto», cuenta Casino. «La casualidad quiso que los lugares estén muy bien distribuidos a lo largo del sendero circular del Barranco de las Tajadas, que además permite visitar los abrigos de las pinturas rupestres, con lo que se incrementará mucho el atractivo de la ruta».

La beca no tiene dotación económica aunque sirve para facilitar los materiales y la estancia en Bezas a los artistas durante la colocación de sus obras, que están creando ahora en sus estudios. Las temperaturas y la naturaleza de los trabajos hace que sea más eficaz que, de momento, los estudiantes preparen sus instalaciones en su estudio. Cuando llegue el momento de situarlas en su emplazamiento final, la beca les cubrirá diez días de estancia en régimen de pensión completa.

El proyecto de las becas Bezart ha nacido con vocación de prolongarse en el tiempo, «si es posible cada año», y «en función de como vaya resultando nos encantaría poder dotar las becas económicamente en el futuro», asegura José Luis Casino.

Grito de protesta

Aunque las instalaciones utilizarán materiales naturales y tradicionales de la zona, como maderas, roca, sargas, cuerda o trapillo, y serán respetuosas estéticamente con su entorno, eso no es sinónimo de que vayan a pasar desapercibias.

De hecho, una de ellas es un auténtico grito reivindicativo. Se trata del montaje escultórico que está diseñando Hugo Casanova en denuncia contra la Ley de Montes 43/2003, recientemente modificada por la 21/2015, que abre la puerta a la recalificación por parte de las Comunidades Autónomas de terrenos incendiados para la construcción de viviendas o de megaproyectos, entre otros aspectos que según muchos colectivos alientan la especulación basada en el ladrillo en detrimento de la conservación natural. El proyecto de Casanova consistirá en figuras humanas talladas en madera, de forma tosca y con la huella de la herramienta, que serán después quemadas para que el fuego deje su huella.

«La figura se sostendrá sobre un paralelepípedo rectangular representando edificios, las colmenas en las que las personas viven en las ciudades, y completaría la instalación una hiedra autóctona de la zona, que con el tiempo crecería en torno al conjunto cubriéndolo», explica Casanova, que además de estudiante de Bellas Artes es el coordinador y autor de algunas de las obras del Museo a Cielo Abierto del barrio turolense de San Julián.

Por su parte la turolense Silvia Gil, con su intervención La danza de Liesegang planteará la reinterpretación de los anillos de liesegang que presentan algunas rocas, entre ellas las de rodeno, y que se asemejan a los anillos concéntricos que se forman en la sección de los troncos de árbol. «En una de las balsas por las que discurre el sendero del Barranco de las Tajadas existe un lienzo de piedra de rodeno donde yo reconstruiré esos anillos, como si estuvieran cayendo sobre el agua», explica Gil. La artista empleará materiales de la zona y reciclados, como sargas y trapillos. Aunque utilizará el color, rojo rodeno, azul cielo/agua y verde vegetación, «la intervención será totalmente respetuosa con el medioambiente. Porque así lo exige la beca y por convicción propia, desde luego».

Ruth Diago es una estudiante del campus de Teruel orihunda de Castellón. Su propuesta becada enlaza con el patrimonio rupestre que puede encontrarse en la zona. Así, la artista ha escogido tres de las figuras más características de la zona, ciervos, y las reconstruirá en tres dimensiones con siluetas de madera atornillada. «En un primer momento iban a ser realizadas mediante varillas de hierro soldadas», explica la estudiante, «pero al final me decanté por trabajarlas con piezas de madera de diferentes tamaños. Es mucho más natural». El objetivo de su intervención es «modelar la naturaleza del entorno e introducir nuevos elementos que se relacionan con su naturaleza», y también «conquistar la atención de los niños visitantes».

Por su parte, Alba Lorente es zaragozana aunque como los tres anteriores también estudia en el campus de Teruel. Su proyecto es quizá el más complejo desde el punto de vista de la instalación, ya que usando ramas y sargas su intención es construir una gran espiral, símbolo de la fuerza, de la expansión y de la fortaleza ante la adversidad, en opinión de la artista, de unos cuatro metros de diámetro. Lo peculiar es que, inspirada en el artista suizo Felice Varini, utilizará el principio de anamorfosis; es decir, que el plano de la espiral estará construido con piezas situadas en diferentes planos y a diferentes distancias del observador. Pero situándose en un punto concreto que el observador deberá encontrar la perspectiva creará la ilusión de que la imagen es plana.

Juan Tarín no participa en París en la cumbre sobre el clima que se está celebrando estos días en París, pero es consciente de que se está produciendo un cambio climático. Sus abejas le alertaron hace ya unos años, cuando aún las trabajaba para extraer la miel: «No sé si por las antenas o qué pero las mejores colmenas a veces se morían de un día para otro, se quedaban sin gente», destacó ayer en Albarracín. El apicultor, que tiene 91 años y es propietario de uno de los colmenares más vistosos de la Sierra de Albarracín fue homenajeado ayer durante la V Jornada de Patrimonio Inmaterial Cultural de la Sierra de Albarracín.

Su padre, Eliseo Tarín, levantó en Bezas un colmenar de gran tamaño y construido al detalle en el que Juan Tarín, que era un niño cuando se hizo la obra, llegó a tener hasta 80 colmenas. Ni Juan ni su padre vivían de las colmenas, más bien lo hacían «por afición», dijo el anciano, quien reconoce que sí era una buena ayuda para la economía familiar.

Algunos años llegó a cortar hasta dos veces, una en junio y otra a finales de septiembre -si el tiempo había sido bueno-, y en cada una de ellas extraía entre 50 y 60 kilos que guardaba en una tinaja de barro para venderla a sus vecinos. «La miel puede llevar muchos ingredientes, a veces la mitad es harina, pero la mía era solo miel», recalcó ayer.

Él aprendió el oficio de su padre y siguió haciendo las cosas tal y como Eliseo le enseño. Sin embargo, hace tres años, cumplidos ya los 88, dejó de trabajar las colmenas y nadie le cogió el testigo. La mayor parte de las 50 cajas que en ese momento tenían fueron a parar a Castellón, aunque otras están ahora en Monterde y Moscardón.

El colmenar, ubicado en las denominadas Dehesas Nuevas de Bezas, es una construcción de 50 metros de ancho por 20 de largo en el que hay graderías separadas por un pasillo central y con losas en la parte de abajo para depositar las colmenas. Está construido en piedra y «tiene las medidas perfectas», según destacó Juan Manuel Berges durante la ponencia que ofreció acerca de los colmenares de la serranía. Está a unos cinco kilómetros del pueblo y había veces que Tarín iba dos veces al día a dar vuelta por las colmenas. En los primeros años iba a pie o con caballerías y ya más recientemente hacía en moto la mitad del recorrido.

Pero las abejas no han sido el único entretenimiento de Juan Tarín, que forma parte del Ayuntamiento de Bezas desde hace más de tres décadas. En ese tiempo ha sido concejal, teniente de alcalde e incluso alcalde. Y entre todas las actuaciones que se han hecho en su pueblo destaca el frontón, que se construyó en la década de los 80. «Ha sido la obra que más ha aprovechado la gente, al día siguiente de terminarse ya estaban los hijos del panadero jugando allí», recordó.

Colmenares visitables

Una de las ideas que se lanzó ayer en Albarracín es la posibilidad de recuperar los colmenares que tengan más valor para integrarlos en una ruta turística en la que también se podrían visitar otros lugares de interés. Precisamente uno de los colmenares más vistosos es el de Juan Tarín en Bezas. En la serranía hay colmenares de diversos tipos y ubicados en los lugares más recónditos.

Estas calles se pavimentaron entre los años 1976-77, la calle San José, también se renovó un tramo, siendo el encargado de llevarlo a cabo, Antonio Obras Y Servicios S.L de Cella, por otra parte la calle Alta, aparte de ser alta es larga, tenía un gran trabajo, cabe destacar que el margen frontal de las casas se encuentra una cerrada «Cerrada de Enrique» se levantó un muro de piedra de rodeno, de grandes dimensiones por su largura y altura, el motivo fue que tenía un muro de reducidas dimensiones de piedra caliza, la pared era desigual y deteriorada a causa de las lluvias torrenciales, la pared no aguantaba y se venía abajo en muchas ocasiones, llenando la calle de piedras y barro, y por este motivo se cortaba la calle, y se tenía que volver a levantar, hasta que el Ayuntamiento asumió esta obra de responsabilidad cuando pavimento la calle. (Muro de piedra de rodeno, y por su parte interior relleno de varilla de hierro y gran cantidad de hormigón)

En el año 1976 cuando se hizo, asumió la contrata Moisés Salvador Moya de Teruel, siendo encargado Salvador Muñoz, los trabajadores eran de Bezas, oficial de obra Manuel Soriano García,  y los peones, José Martínez Pérez, Juan Tarín Gómez, Andrés Izquierdo Vicente, y los aprendices encargados del Dumper, (vehículo utilizado para llevar el hormigón) Julián Soriano Domingo y Joaquín Domingo de Gracía,

La calle alta, la primera fase fue asumida y ejecutada por Hernández Almazán S.L, siendo encargado de obra, Eusebio Pérez Romero así como tres peones todos de Teruel y la segunda fase por, Fernando Almazán Aguirre de Albarracín 

Plano de la zona a intervenir

Encuentro que es compartido por vecinos, los que somos bezanos  y los que se sienten simpatizantes o atraidos por nuestro pueblo, casi no hay distancia, la autovia Mudejar y los buenos vehículos, hacen que esa distancia se haga más corta para reunirnos, y así colaboramos con las Comisiones de Fiestas, con un aporte casi simbólico para sacar las fiestas adelante, todo tiene un precio y no resulta fácil recaudar y contar con un presupuesto para las fiestas que queremos y nos merecemos.

Por 5 €, te ponen las mesas, las recogen, y te hacen una hoguera para asar y calentarte si es el caso; el pack que te facilitan, compuesto de  plato, utensilios, pan, flan, bebida a elegir y la bolsa con 2 trozos de panceta, un chorizo, una longaniza y 3 salchicas. ( las parrillas No) .

La barra, funciono muy bien, los precios en oferta, cafés, chupitos, cervezas, refrescos etc a 1€, los cubatas eran generosos, por el tamaño y por la cantidad, a 4€.

Que siga así, que todo funcione, y podamos vernos más veces, es nuestro pueblo ¡¡¡¡¡

La Comarca de la Sierra de Albarracín es, dentro de la Comunidad Autónoma de Aragón, la primera en la ordenación de montes de utilidad pública. La Sierra de Albarracín tiene ordenados 16.469 ha, un 21% de la superficie de los montes de utilidad pública. Con las próximas actuaciones se llegará casi al 31%. La nueva ordenación es clave para obtener las certificaciones forestales y para saber de los recursos que se pueden sacar, (biomasa, pastos, cinegéticos, turísticos, uso social…). Además, de cara a un futuro próximo para recibir ayudas europeas se va a exigir que los montes estén ordenados. La Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín lleva unos años apostando por la ordenación de los montes de utilidad pública en una labor que va seguir continuando.

En la Comarca de la Sierra de Albarracín están trabajando en la ordenación de los montes públicos directamente la Diputación General de Aragón y la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín. También ha financiado en revisiones el Leader de la Sierra de Albarracín.

El gerente de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín, Manuel Gómez, recordó que la necesidad por tener los montes de utilidad pública ordenados en la Ciudad y Comunidad de Albarracín surgió a raíz del interés que hubo por la instalación de una fábricas de biomasa hace 7 años para saber si había materia necesaria para abastecer a las fábricas.

Manuel Gómez manifestó que ante la situación que se creaba se planteó la elaboración de un plan de ordenación de recursos forestales que se encargó a la empresa Qilex.El ingeniero de montes y gerente de la empresa Qilex, Ricardo Forcadell Pérez, señaló que en el plan de ordenación de montes de Ciudad y Comunidad de Albarracín se contemplan en los trabajos realizados no solo los recursos forestales, sino también los recursos micológicos que luego ha servido para la creación del coto, cinegéticos, pastos, delimitación de propiedades, turísticos, etc.

La Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín desde el año 2013 y en su apuesta por la gestión forestal sostenible a redactado a través de un grupo de trabajo liderado por el Servicio Provincial de Teruel Del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad los proyectos de ordenación de 4 montes de utilidad pública. El Ortezuelo, con 2.715 hectáreas y perteneciente al Ayuntamiento de Albarracín. La Dehesa Pilar, 197 hectáreas, también del Ayuntamiento de Albarracín. Muela Mediana, 3.229 hectáreas, de Ciudad y Comunidad de Albarracín y Muela Mierla, 263 hectáreas, propiedad del Ayuntamiento de Terriente. El total de hectáreas suman 6.404 hectáreas. Tres de estos montes se encuentran en el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, 3.153 hectáreas.

Otras ordenaciones de montes realizada por la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín a través de la empresa Qilex son la de la Vega del Tajo y la Dehesilla de las Monjas. «Hace dos años se empezó la ordenación y ya están terminados», comentó Ricardo Forcadell. El número de hectáreas que suman estas ordenaciones son 2.344 para el monte número 12 y 102 para el monte 5. La financiación de estos trabajos últimos reseñados de ordenación de montes de utilidad pública ha corrido a cargo del Fondo de Inversiones de Teruel, 47.000 euros.

En la reunión del Patronato de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín del pasado año se decidió, reseñó Manuel Gómez, seguir con el proyecto de ordenación de montes de utilidad pública de Ciudad y Comunidad de Albarracín. Concretamente con Ortezuelo, número 7, y Muela Mediana, número 6, que llevan también dos montes más pequeños los números 3 y 36. El presupuesto para estos trabajos de ordenación de montes es de 50.000 euros, que se financia a través del Fondo de Inversiones de Teruel. Ricardo Forcadell avanzó que la ordenación de estos montes estará terminada en la primavera del año que viene, 2016, en un trabajo que lleva un proceso de participación pública y de supervisión por parte de la Administración autonómica, que es finalmente quien los aprueba. «Año a año queremos ordenar unas 5.000 hectáreas de montes de utilidad pública de Ciudad y Comunidad de Albarracín», destacó el gerente de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín, aunque precisó que en la primera actuación se ordenaron 3.000 hectáreas.

De cara a 2017 la propuesta que se quiere realizar al Patronato de la Fundación es la ordenación del monte Casa Verde, número 2 y que linda con 7 municipios, luego los montes de Talamares y Los Patios.

6.000 hectáreas en los montes de Frías y de Calomarde

La Asociación para el Desarrollo Integral de la Sierra de Albarracín, Asiader, también ha participado en la ordenación de montes en la Sierra de Albarracín. Concretamente financió la ordenación de 6.000 hectáreas de los montes de Frías de Albarracín y de Calomarde. Fueron los montes de utilidad pública 18 y 19 y del monte de utilidad pública 16 de Calomarde. Estos proyectos se abordaron a partir del interés de los Ayuntamientos de Frías y de Calomarde y al impulso y asesoramiento del Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Teruel. Fueron los primeros proyectos de ordenación aprobados en 2014 en la DGA en los se utilizó la tecnología LIDAR para la determinación de la madera existente en los montes tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo.

El Puerto de Bronchales, la joya forestal de la Sierra

La Administración autonómica está trabajando actualmente en la ordenación de los montes de El Puerto de Bronchales, la joya forestal de la Sierra de Albarracín. So 8.000 hectáreas cuyo coste del proyecto es de 95.000 euros, que se financia con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel.

La ordenación forestal de los montes de El Puerto de Bronchales es la novena revisión que se hace y ocupa una extensión de 7.831 hectáreas que se reparte entre la ciudad de Albarracín y Comunidad de Albarracín 2.325 hectáreas, y los términos de Bronchales con 1.893 hectáreas y Orihuela del Tremedal con 3.613 hectáreas.

En la ordenación se distinguen dos grandes fases en la ejecución del trabajo que, a su vez, facilitarán su contratación. En la fase primera se aplica la tecnología LIDAR para la rodalización y realización del inventario cuantitativo. En la fase segunda se hará la redacción del plan general, plan especial, plan de aprovechamientos y plan de mejoras, además de la cartografía general y específica.

Una vez realizada y aprobada la ordenación de estos montes se podrá certificar la gestión forestal sostenible llevada a cabo en ellos, de forma que la madera y los productos a obtener cuenten con un sello de calidad que pueda mejorar su comercialización. Al mismo tiempo, permitirá conocer las posibilidades de aprovechamiento de los montes para los próximos años, (madera de sierra, biomasa para uso energético, pastos, caza), y poner en conocimiento de las empresas privadas los aprovechamientos planificados así como a las entidades públicas conocer la previsión de ingresos.

El Puerto de Bronchales es la superficie forestal que más madera aporta al conjunto de la Comunidad Autónoma de Aragón. En la provincia de Teruel hay dos grandes zonas o macizos forestales donde la superficie forestal respecto del total representa más del 705. De una parte, la zona este, la comarca del Gúdar-Javalambre, con algo más de 195.000 hectáreas forestales, y de otra, la comarca de Albarracín, con cerca de 120.000 hectáreas.

Para el ingeniero de Montes, Ricardo Forcadell, las actuaciones de ordenación de la Fundación Para el Desarrollo de la Comunidad de Albarracín, más las llevadas a cabo en Frías y Calomarde, más las de El Puerto de Bronchales y las inmediatas de la Fundación va a suponer que casi el 30% de los montes de utilidad pública de la Comarca de la Sierra de la Sierra de Albarracín van a estar ordenados

El coto micológico de la Sierra de Albarracín contratará este otoño a cuatro personas. Los más de 50 candidatos tendrán que superar las pruebas de selección el próximo martes y una vez obtenidos los resultados, se creará además una bolsa de trabajo.

La Comarca puso en marcha el coto, que se extiende por los términos municipales de 18 localidades, con el objetivo de garantizar la conservación del medio ambiente a la vez ponía en valor el turismo micológico.

El precio del coto para los vecinos es de cinco euros para toda la temporada y pueden recoger hasta 12 kilos de setas al día. En el caso de los turistas, tienen un límite de 10 kilos al día y deben pagar cinco euros por un permiso diario, diez euros por el semanal y 60 por el de temporada.

También hay permisos científicos y didácticos, que son gratuitos, y autorizaciones comerciales (permiten recoger 60 kilos de setas al día por 15 euros la temporada y son solo para vecinos).

El presidente de la Comarca de Albarracín, Pascual Giménez, espera que ésta sea una buena temporada de recogida de setas: “La época fuerte de recogida empieza en el Pilar. Las últimas lluvias que se han registrado son las que nos hacen pensar que va a ser un buen año”.

España es un país con una orografía compleja en la cual los pobladores se fueron adaptando al terreno, en algunos casos incluso con las complejidades de establecerse en los terrenos más escarpados. En este ranking de «altura» te enseñamos los pueblos a más altura, vamos a ello :

1- Valdelinares (Teruel): Sería el vencedor estando a 1692 m de altura. El nombre de este pueblo procede de «Val de Lignare» que significa (Valle entre Pinares) y no se confundían los que lo denominaron por sus frondosos bosques. A 7 kilómetros tenemos la estación de esquí de su mismo nombre.

2-Griegos (Teruel): A 1601 m se encuentra este pueblo ubicado en plena Sierra de Albarracín. Todavía podemos encontrar trincheras que datan de los tiempos de la guerra civil española.

3-Gudar (Teruel): Otro pueblo de esta muchas veces desconocida provincia, en este caso a 1588 m, cercano a Valdelinares conserva sus casas de tipo señorial que datan del siglo XVI.

4- Bronchales (Teruel): Continuamos en territorio turolense con una población a 1575 m, su antiguedad es tal que incluso aparece el lugar mencionado en el Cantar del Mio Cid. Una población que disfruta de una naturaleza increible en sus alrededores.

5- Meranges (Girona): Cataluña cuenta con representación, a 1539 m aparece un pueblo del que existen documentos desde el siglo X, una de sus joyas es la iglesia románica de Sant Serní.

6- Hoyos de Miguel Muñoz (Ávila): Esta provincia castellana tiene su pueblo más alto a 1534 m, lugar perfecto para practicar los deportes de aventura y con unas vistas difíciles de olvidar.

7- Navarredonda de Gredos (Ávila): 1523 m de altura cerca del nacimiento del Tormes. Muy cerca a ta son solo 3 kilómetros del Parador Nacional de Gredos.

8- Guadalaviar (Teruel): 1521 m, el río del mismo nombre nace allí, ubicado en plena Sierra de Albarracín.Como curiosidad tiene un museo dedicado a la Transhumancia.

9- Navadijos (Ávila): 1520 m, su antiguedad llega a tener todo un puente romano en su término municipal. A 10 kilómetros tenemos el nacimiento del rio Alberche.

10- San Martín de la Vega del Alberche (Ávila): El último pueblo del ranking se ubica rodeado de montañas superiores a los 2000 metros. Por él pasan numerosas rutas y excursiones de los amantes del turismo rural.

Pueblos todos ubicados en lugares de gran belleza y que por su particular altura e historia pueden ser sitios ideales para pasar un fin de semana ahora que todavía el tiempo permite pasar en ellos unos días de descanso.